RESPUESTA A LA CONTRARRESPUESTA DE DAVID ALEJANDRO
MARTÍNEZ DE CUBA
Estimado David:
Es muy difícil cuando uno ya se embarcó y
está en pleno mar, saltar por la borda del barco.
A cualquier persona con un poquito de
sentido común que conozca la sucesión de hechos del errático y contradictorio
actuar de Mons. Thuc, bastaría para alejarse prudencialmente de todo su turbio
proceder en materia sacramental; el mismo M. Thuc es el que relata que el salió
corriendo pues si se lo pedía la Virgen, iría hasta el fin del mundo, como el
mismo P. Cekada lo relata, y usted eso lo desecha diciendo....
De otra parte, uno puede ser engañado una o
dos veces, pero resulta que quitando las consagraciones del P. Guérard des
Lauriers, del P. Zamora y el P. Carmona, todos los demás han sido
veterocatólicos y por lo tanto cismáticos y herejes; después de la escandalosa
consagración del Palmar de Troya. Usted no puede, interpretando mal y a su
favor, que M. Lefebvre encaminó a los del Palmar de Troya hacia Mons. Thuc,
para que él atendiera el caso, pues Mons. Lefebvre no tenía ni tiempo para
ocuparse de ellos que es muy distinto.
Además M. Lefebvre siempre pensó que a M.
Thuc algo le patinaba en la cabeza, y hasta eso mismo lo cuenta el P. Cekada y
además el mismo Sanborn también hace alusión cuando dice del vietnamita El P.
Sanborn dijo a un sacerdote d ela sociedad San Pío V, que un sacerdote
Vietnamita, que se encontró y habló co el Arzobispo Thuc dijo: "Que
Thuc entraba y salía de su estado de lucidez". Además decía
que su conducta era rara "
El
P. Sanborn fue aún más lejos. Dijo que la conducta del arzobispo Thuc era
"rara". Y en su intento para entenderla concluyó que había tres
posibles explicaciones. Dos de estas tres eran: insania y senilidad. La tercera
era credulidad". El P. Cekada también señaló que M. Lefebvre "quien
conocía a M. Thuc, observó que él nunca se había recuperado de la muerte de su
hermano" ahora
bien, si todo esto a usted le parece que son calumnias, es no querer la
realidad de los hechos.
El P.
Barbará, a su vez da tres posibles respuestas al actuar desconcertante de M.
Thuc diciendo: "Solo hay tres respuestas posibles a esta cuestión:
No. Thuc no estaba en posesión de todas sus facultades; no era responsable y no
incurrió en las penas previstas por la ley. Pero entonces las consagraciones
conferidas no son válidas, dado que el consagrante no estaba en posesión de sus
facultades... Si. El consagrante de estas consagraciones estaba en completa
posesión de sus facultades. Las consagraciones son válidas, pero el consagrante
y el consagrado han incurrido en todas las penas previstas por la ley. Y Thuc
es verdaderamente un Obispo escandaloso. No lo sabemos con certeza, tal vez
estaba en posesión de sus facultades y quizás no. Esto dejaría una duda en el
aire, sobre las censuras incurridas, pero también sobre la validez de todas
estas consagraciones".
Como
refiere el P. Kelly: "El
P. Barbara entrevistó al arzobispo Thuc en marzo de 1981 y nuevamente en enero
de 1982. A continuación de estas entrevistas sugirió tres respuestas
posibles a la cuestión de si el arzobispo Thuc estaba o no “en posesión de sus
facultades”. Escribió entonces:
“La recaída en la profanación
del sacramento del Orden (la última consagración realizada en una secta fue el
24 de setiembre de 1982) y la falta de firmeza en su promesa de no recaer
nuevamente, permiten hacerse una pregunta capital. Este anciano de más de 85
años de edad, ¿estaba en posesión de sus facultades? ¿Se daba cuenta de lo que
hacía al imponer sus manos tan fácilmente sobre cualquiera? ¿Era verdaderamente
responsable de sus actos? Hay sólo tres respuestas posibles a esta penosa
cuestión.
-No. Thuc no estaba en posesión de todas sus facultades; no era responsable y
no incurrió en las penas previstas por la ley. Pero entonces las consagraciones
conferidas no son válidas, puesto que el consagrante no estaba en posesión de
sus facultades mentales para la realización de un acto responsable.
-Sí. El consagrante estaba en completa posesión de sus facultades. Las
consagraciones son válidas, pero el consagrante y el consagrado han incurrido
en todas las penas previstas por la ley y Thuc es verdaderamente un obispo
escandaloso.
-No lo sabemos con certeza. Quizás estaba en posesión de sus facultades y
quizás no. Esto dejaría flotando una duda sobre las censuras incurridas, pero
también sobre la validez de todas estas ordenaciones".
De otra
parte, M. Thuc muestra por su proceder, que era capaz de realizar un rito
sacramental inválidamente, pues como refiere el mismo P.Cekada: "Tampoco
las actividades de Thuc se limitaron a la consagración de cismáticos; un
boletín de noticias francés que lo apoya, declara que el Jueves Santo del 15 de
Abril de 1981 concelebró la Nueva Misa con M. Berthe, el obispo de Toulon. El
autor explica que él dijo que era porque ese día no podía celebrar solo...
sucede que fue una falsa concelebración, porque dijo no recibió la comunión
porque, cuando un sacerdote no comulga no hay Misa. La justificación de
Mgr. Thuc para su acción al sostener que sólo simulaba la celebración de un
Sacramento en Misa, por cierto, es un pecado grave y no aumenta nuestra
confianza en su comprensión de la teología sacramental".
Esto demuestra que psicológicamente M. Thuc, si era
que estaba plenamente cuerdo, era capaz de realizar un sacramento
inválidamente.
Estos son hechos y no mera especulación.
Por otro lado, resulta curioso que salvo las
consagraciones del P, Lauriers, Zamora y Cardona fueron con veterocatólicos y
resulta ahora que todos se hicieron católicos y sin embargo no consta ninguna
abjuración, que es lo que la Iglesia siempre exige.
Y da la casualidad que usted no se empacha en
decir, como todos los thucistas, que M. Lefebvre es un cismático: “Por
tanto, la postura de Monseñor Lefebvre de reconocer a los Papas del vaticano II
para después resistirlo, es totalmente cismática”. Aquí se evidencia su
sedevacantismo visceral y dogmatizante, como el de todos los thucistas, así
como también al decir que las misas de la Fraternidad San Pío X no son la Oblatio
Munda, cuando el mismo P. Schmidberger cuando era superior general admitió
que el Una Cum se decía sub conditione, posibilidad que el
visceralismo dogmatizante descarta, aunque en mi caso particular, desde mi
ordenación, ni decía el una cum, ni nombraba al obispo del lugar, sino a
M. Lefebvre.
Ahora, claro que si usted le da a todo esto una
explicación para salir del callejón sin salida que se ha metido, pues bueno, ya
eso corre por su cuenta y riesgo, pero no me diga que son calumnias, ni
especulaciones, ni desconocimiento de los hechos, ni mucho menos que ha sido
refutado hace mucho tiempo.
De la estupidez del conclavismo, ni me voy a tomar
el trabajo de explicarle algo tan elemental, que si no lo sabe, ya es problema
de su supina ignorancia, pues es sabido que el Papa es el Obispo de Roma y al
Obispo de Roma lo elige el clero de Roma y es bajo ese título que los
cardenales como titulares de una parroquia de la diócesis romana eligen al Sumo
Pontífice.
P. Basilio Méramo
Bogotá, Abril 19 de 2018