Escritos, trabajos y sermones del Padre Basilio Méramo Chaljub, miembro de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por Monseñor Marcel Lefébvre. Combate al modernismo y a las herejías de hoy y siempre.
lunes, 2 de abril de 2018
jueves, 29 de marzo de 2018
lunes, 19 de marzo de 2018
Extraño pensamiento de un supuesto tradicionalista, y su cerebro gris: el padre Guérard des Lauriers
EXTRAÑO
PENSAMIENTO DE UN SUPUESTO TRADICIONALISTA Y SU CEREBRO GRIS EL P. GUÉRARD DES LAURIERS
UN
¿De quién se
trata? De Monseñor Ngo Dinh Thuc, por asombroso que parezca.
Sobre los no católicos dice el artículo
aparecido en Sursum Corda (blog desaparecido por presiones de los sacerdotes
thucistas de Vedia - Argentina), “El estado Mental” de Mons, Ngo Dinh Thuc;
extraído del Libro “Lo Sacro y lo Profano” del P. Kelly y basado en lo que
dijera el P. Cekada antes de cambiar de posición.
Veamos algunos pasajes y citaciones al respecto que revelan
el perfil de un Mons. Thuc muy distinto del que se nos ha presentado y que no
son los de un paladín de la Tradición Católica.
Sobre su actuación en el Concilio Vaticano II.
“Asistió
al Concilio Vaticano II y pronunció un discurso ante los Padres del Concilio el
30 de septiembre de 1963. Habló sobre el tema de ‘la Iglesia’. El ‘Diario del
Concilio’ brinda un resumen de lo que dijo, que revela sus tendencias
liberales: ‘El Arzobispo Ngo Dinh Thuc,
hermano del presidente de Vietnam, Ngo Dinh Diem, se quejó de que el esquema no
proporcionaba una adecuada presentación de la Iglesia para los no
cristianos. El resultado, dijo, es que la Iglesia seguirá siendo,
para los no cristianos, un organismo casi ininteligible. Hizo una fuerte
recomendación para que los jefes de las religiones no cristianas fuesen
invitados al Concilio como observadores’. Council Daybook, Vatican II,
Sessions I & 2, Washington, D.C., National Catholic Welfare Conference, 1965, p. 151”.
Más adelante leemos en misma publicación de Sursum Corda en
el artículo del P. Kelly donde afirma sobre el mismo tema: “El
obispo Gilles Barthe era obispo del Novus Ordo de Fréjus-Toulon. El arzobispo
Thuc se estableció en su diócesis un tiempo después del fiasco del Palmar en
España. El obispo Gilles aparentemente recibió al arzobispo Thuc con cierta
benevolencia. Y mientras estuvo en la diócesis era costumbre del arzobispo Thuc
concelebrar la Nueva Misa con Barthe los Jueves Santos. Thuc también
regularmente asistía a la Nueva Misa. Porque, contrariamente al mito
que ha sido creado por los defensores de las consagraciones de Thuc, el
arzobispo Thuc era realmente un obispo muy liberal del Novus Ordo. Sus
intervenciones en el Vaticano II muestran que era un liberal y sus memorias
muestran que era un modernista.
En
el concilio declaró que estaba muy consolado por la presencia de los
protestantes. Pero al mismo tiempo dijo que era un ‘escándalo ante todo el
mundo’ que ‘los jefes de las religiones no cristianas’ no hubieran sido
invitados. Mientras él hablaba, el arzobispo de Diamantina le indicó que
aquéllos habían sido, de hecho, invitados. Entonces Thuc se disculpó diciendo:
‘He tratado de abrir una puerta que ya estaba abierta’.
No
es, por lo tanto, sorprendente que el arzobispo Thuc concelebrara la Nueva
Misa con el obispo Barthe tres semanas antes de la consagración del P.
Guérard des Lauriers. Esto sucedió el Jueves Santo 15 de abril de 1981.
Consagró al P. des Lauriers en mayo. Cinco meses después Thuc consagró a los
padres Carmona y Zamora. Luego, el 24 de enero de 1982, el obispo Barthe
publicó una declaración cuestionando la validez de las consagraciones de
Guérard des Lauriers, Carmona y Zamora. Mencionaba el estado mental de Thuc
como una de sus razones para cuestionar la validez de las consagraciones. Su declaración
fue publicada en ‘La Documentation
Catholique’, nº 1824, del 21 de febrero de 1982”.
A propósito de su posición sobre
las mujeres en la Liturgia, Monseñor Thuc hizo esta extraña proposición:
“... me parece algo
extraordinario que en el esquema concerniente al pueblo de Dios, no está hecha
una mención expresa a las mujeres, por lo que la Iglesia parece totalmente
masculina, mientras que la realidad es muy diferente. ¿Acaso las mujeres no
constituyen la mayor parte de los laicos, incluso de la humanidad? ¿No es así
que las mujeres sufren muchas prescripciones eclesiásticas molestísimas e
injustas? Por supuesto que bien sé que la Iglesia tuvo que comportarse así para
no ofender a los prejuicios de esas edades. Así, San Pablo impuso el velo sobre
las mujeres en la Iglesia, no sea que disgusten a los Ángeles. Entonces, ¿por
qué los hombres deben entrar con orgullo en la Iglesia, descubiertos, que es
contrario a la costumbre de los clérigos hoy en día, tanto en Occidente como en
Oriente?
De la misma manera, el
silencio se impone a las mujeres, mientras que en los muros de esta basílica
resonaron recientemente a las voces de los Padres. Así que, las monjas deben
obtener el permiso de las Iglesias para lavar los lienzos sagrados. Y además
esta injusta discriminación aparece aquí y ahora en esta sala conciliar... ¿ por
qué es que en nuestra era atómica, cuando casi en todas partes del mundo las
mujeres han obtenido la igualdad jurídica con los hombres, es sólo en la
Iglesia de Cristo que todavía sufren estas discriminaciones perjudiciales... Busco
ansiosamente... que estas discriminaciones contra el sexo más valeroso sean
erradicadas. Por último, le agradeceré a aquel que me pueda presentar con un
texto llano apodíctico del evangelio, que excluya a las hermanas de la
Santísima Virgen María de las funciones sagradas”. (Acta Synodalia Vaticani
II, Vol. 2, parte 3, p. 513)”.
Sobre sus ambiciones de poder y de canonjías.
“El autor Hilaire du Berrier
señala que en 1955, el Primado de Saigón se quedó vacante, y Mons. Ngo, el
hermano de Diem, quien por entonces tenía una fuerza poderosa en la política
vietnamita, trató de asegurar el nombramiento para él: el siguiente movimiento
de Diem fue pedir el capelo cardenalicio para su hermano.
La reacción a esa petición
fue destacada por Francia-Soir del 26 de octubre, dos días después del amañado
plebiscito: ‘La única sombra en la escena para el Sr. Diem, es paradójicamente
la actitud del Vaticano’. El Vaticano acaba de nombrar obispo de Saigón, no el
candidato del Sr. Diem, que es su propio hermano Mons. Thuc, sino un sacerdote
desconocido llamado Hien (...) Diem protestó y Monseñor Thuc abordó un avión
para Roma.
Francia-Soir del 29 de
diciembre de 1955, contó cómo, mientras esperaba el resultado de la apelación
directa de Thuc al Vaticano para anular el nombramiento de Hien, la orden papal
nombrando a Hien Vicario Apostólico de Saigón fue retenida por las autoridades
postales de Diem, su sello roto, y la orden papal fotocopiada. ‘El Vaticano
mantuvo su decisión’, escribió France-Soir, ‘y los censores vietnamitas suspendieron
el anuncio de la elevación de Hien durante varias semanas, hasta que los
sacerdotes anunciaron la noticia en los púlpitos de Meir y el mismo Hien usó la
palabra excomunión en relación con Diem’ ”. (Dos Obispos en cada
Garaje).
Sobre su ambición Papal.
“El Sr. du Berrier cita un
interesante artículo de Georges Menant en París Match (23 de noviembre de 1963)
que habla de cómo se dividió el poder en la familia Ngo y de lo que se decía
que eran las ambiciones de Mons. Ngo en la Iglesia: ‘para Diem fue el poder,
escribió el Señor Menant, para Nhu la policía, … a Luyen la diplomacia y el
tráfico de arroz. La religión era el dominio de Thuc, el arzobispo, con sus
vastas tierras y residencias personales rodeadas de baterías antiaéreas. Pero
el capelo cardenalicio no estaba exento de la ambición de Thuc. Monseñor Thuc
pretende convertirse en Papa. Nada menos.
Es costumbre del Vaticano
elegir al Sumo Pontífice de entre los prelados de un país donde la mayoría
católica es absoluta. Es por eso que Diem publicó estadísticas oficiales
fingiendo que Vietnam era 70% católico, 20% budista y 10% diversas sectas.
La reclamación podría haber
continuado si una delegación apostólica no hubiera llegado a la escena en medio
de una celebración budista, y dicho delegado observó que, en su opinión,
teniendo en cuenta la presencia budista a lo largo de la ruta, la cifra del 70
por ciento debería aplicarse a los fieles de las pagodas. Diem estaba
furioso...”. (Dos Obispos en cada Garaje). Todo esto lo dijo y escribió el P. Cekada, no lo olvidemos.
Sobre su tendencia comerciante.
“El
P. Cekada también indica que el arzobispo Thuc tenía algo de un astuto hombre
de negocios. Hay que recordar, sin embargo, que está prohibido a los clérigos,
de acuerdo con el canon 142, ocuparse de negocios tanto personalmente como a
través de otros, tanto para su propio beneficio como para el de otros. El P.
Cekada cita a tal efecto el libro de Hilaire du Berrier, ‘Background to Betrayal. The Tragedy of
Vietnam’ [Antecedentes de la Traición. La Tragedia de
Vietnam]: ‘El Arzobispo Thuc... se repuso de
su decepción por no haber recibido la diócesis de Saigón, y se metió con gusto
en negocios, comprando casas de departamentos, almacenes, plantaciones de
caucho y concesiones de madera. Cuando Thuc ponía sus ojos en alguna propiedad,
los demás ofertantes desaparecían prudentemente... Los soldados, en vez de
construir defensas, eran puestos a trabajar cortando madera para que el hermano
Thuc la vendiera. Camiones y mano de obra del Ejército eran utilizados para
construir edificios para él. Un comerciante de Saigón observó: ‘Como un hermano
de Diem que era, sus pedidos [de Mons. Ngo] de donaciones sonaban como avisos
de impuestos’ ”.
Esto es, entre otras cosas, lo que el Padre Guérard des
Lauriers, gracias a su prestigio y fama de teólogo, logró que se eclipsara sin
que se manifestara lo que realmente era Mons. Ngo Dinh Thuc, ya que por los
hechos se ve que era más un liberal modernista que un integérrimo
tradicionalista como han pretendido pintárnoslo, al punto de llegar al desvarío
total de parte de los thucistas, de hacer creer a los fieles que es la garantía
única y exclusiva de la verdadera Tradición Católica y considerar a Mons.
Lefebvre (el verdadero Atanasio del siglo XX) como un hereje, pues es lo que
está afirmado en el libro “Misterio de
Iniquidad” y cuyo prefacio es del P. Dolan en calidad de obispo thucista,
en los siguientes términos: “Los enemigos
denunciados sin cesar por San Pío X han pues continuado su trabajo de zapa
modificando de una edición a otra los textos de la Verdad. No hay que
sorprenderse que sacerdotes o monjes de edad hayan ya recibido una enseñanza
falsa desde su formación religiosa. Tomemos un ejemplo, entre tantos otros: el
rector del seminario francés en Roma, el padre Le Floch. Este profesor de
seminario totalmente hereje, tenía por divisa reducir lo más posible la
infalibilidad papal. Afirmaba en 1926: ‘La
herejía que viene será la más peligrosa de todas; ella consiste en la
exageración del respeto debido al Papa y la extensión ilegítima de su
infalibilidad’. El P. Le Floch tuvo por alumno a un
seminarista que llegaría a hablar de él más tarde: Mons. Marcel Lefebvre…”. Habría
que ser un idiota útil o un canalla para decir esto sobre todo habiendo
recibido de Mons. Lefebvre la ordenación sacerdotal.
Este es el punto crucial, pues se trata de la herejía que
estamos viviendo hoy, y que es encabezada por el Vaticano II y Roma Apóstata;
es un hecho.
Esto llevó a Mons. Lefebvre a decir que la visibilidad de la
Iglesia no estaba en la Iglesia oficial: “Esta historia de Iglesia visible de Don Gérard y del Sr.
Madirán es infantil. Es increíble que se pueda hablar de Iglesia visible en relación a la
Iglesia conciliar y en oposición con la Iglesia Católica que nosotros intentamos representar
y seguir. No digo que seamos la Iglesia Católica. Nunca lo he dicho. Nadie
puede acusarme de haber querido tomarme por un Papa. Pero, nosotros
representamos de verdad la Iglesia Católica
tal como era antes, puesto que seguimos eso que siempre ha hecho. Somos
nosotros quienes tenemos las notas de la Iglesia
visible: la unidad, la catolicidad, la apostolicidad, la santidad. Es eso
lo que constituye la Iglesia visible”.
(Fideliter n° 70, julio-agosto de 1989).
“No
somos nosotros, sino los modernistas quienes salen de la Iglesia. En cuanto a
decir ‘salir de la Iglesia visible’, es
equivocarse asimilando Iglesia oficial a la Iglesia visible”. (Fideliter n° 66, noviembre-diciembre de 1988).
Es éste uno de los textos más importante de Mons.
Lefebvre, incluso en sí mismo más importante que si hubiera declarado la Sede
Vacante. Y para remate, como afirmó
Mons. Lefebvre: “Queda claro que somos
nosotros quienes conservamos la unidad de la fe que desapareció en la Iglesia
Oficial”. (Fideliter n° 66, noviembre-diciembre de 1988).
Esto es lo que no han entendido, ni aún los sucesores de
Mons. Lefebvre y muchos miembros de la Fraternidad que piensan igual que los
sedevacantistas viscerales, que un Papa legítimo canónicamente electo, no pueda
claudicar en la fe; así es que los extremos se unen, tanto los sedevacantistas
viscerales, como los antisedevacantistas parten del mismo principio equivocado y esto ha sido en contra
de lo que sostuvo siempre toda la teología de la Iglesia, hasta que llegó el
único que rompió la concepción teológica, que fue Pighi 1490-1592 (que es
citado en dicho libro tomándolo como principio y fundamento teológico en el que
sustentan su posición), el cual ya había sido señalado por San Alfonso María de
Ligorio ubicándolo en el error extremo y opuesto al de Lutero y Calvino.
Pighi ya fue rebatido por uno de los grandes teólogos del
Concilio de Trento, Melchor Cano, por su novedad sin fundamento y en contra de
la teología.
El principio de que un Papa podía defeccionar en la fe, había
sido reconocido por todos los teólogos medievales y también por los Papas San
León II 682-683, Adriano II 867-872, Inocencio III 1198-1216, los Concilios
Ecuménicos VI (III de Constantinopla, 680-681), VII (II de Nicea, 787) y VIII (IV
de Constantinopla, 869). El Papa Inocencio III dijo: “En cuanto que la fe me es necesaria, y si bien sólo tengo por juez a
Dios por los demás pecados, sólo por el pecado cometido contra la fe puede la
Iglesia juzgarme”. El Papa Adriano II leyó la frase de San Bonifacio (que
está en los Decretales de Graciano): “Las
culpas del Papa ningún mortal presuma redargüirle, porque todos juntos son por
él juzgados y de nadie es él juzgado, salvo que se le sorprenda desviado de la
fe”. Esta es la cabal y correcta inteligencia del adagio canónico: Prima Sede a nemine iudicatur, la primera
Sede por nadie puede ser juzgada.
Los canonistas dicen:
Prümer en su manual de Iure Canonici: “Por la herejía cierta y notoria, el Papa pierde su potestad, los
autores sin duda conjuntamente dicen”.
Regatillo en su Institutiones Iuris Canonici dando los
motivos por los cuales un Papa puede perder el pontificado, dice: “A causa de la herejía pública y notoria ipso
facto, es la sentencia más común, porque no es
miembro de la Iglesia, luego menos puede ser su cabeza”.
Naz en el Tratado de Derecho Canónico, que
tiene además como autores que a Clereq,
Lefebvre, Claeys Bouvaert y
Jombart, referente a la cesación del poder pontifical comentando el Canon 221,
dice: “Además el poder del Papa cesaría
como resultado de la demencia perpetua o la herejía formal. En el primero de
los casos, el Papa, siendo incapaz de hacer un acto humano, sería por
consecuencia incapaz de ejercer su jurisdicción. La ayuda de un Vicario no
podría suplirlo, porque la infalibilidad y la primacía de jurisdicción no
pueden ser delegadas. El segundo caso, según la doctrina, la más común, es
teóricamente posible, por cuanto que el Papa obraría como doctor privado. Dado que la Sede suprema no es juzgada
por nadie (Can.1556), habría que concluir, por el hecho mismo y sin sentencia
declaratoria, el Papa sería destronado. No hay de otra parte ejemplo, en la
historia eclesiástica, que un verdadero Papa haya caído en la herejía formal,
incluso en cuanto doctor privado”. Aunque según el autor no ha habido un
caso tal en la historia, lo importante es que aun así y a pesar de todo admite
el principio teológico y jurídico de que el Papa puede perder el pontificado por herejía
formal.
Coronata en su Tratado de
Institutiones Iurici Canonici también dice que se pierde el Pontificado por
herejía notoria.
Vermeersch en Epítome Iuris Canonici, sobre
la pérdida del pontificado, dice: “Cesa
la potestad del Romano Pontífice por la muerte, renuncia libre y por la
demencia cierta y perpetua, y por la herejía notoria”.
Entonces queda claro que jurídicamente y
basados en la teología, para todos estos autores, un Papa pierde el pontificado
por la herejía formal. Esto es lo que no
aceptan tanto los sedevacantistas dogmático – viscerales (todos los thucistas
incluido Guérard des
Lauriers que ha inventado la tesis del Papa material y formal basado en una
mediocre metafísica) como los antisedevacantistas (la actual cúpula y gran
parte de sus o que fueron miembros de la Fraternidad San Pío X y que salieron.
El P. Guérard des Lauriers, siendo
el responsable principal de todas las acusaciones de parte del Sedevacantismo
bruto y duro, que nada tiene que ver con el único Sedevacantismo verdadero como
conclusión teológica (y no como dogma de fe) cierta y evidente para los
entendidos -quoad sapientes- (no para todos -non quoad ommibus-), dice denigrando de Mons. Lefebvre: “Ahora bien, actualmente, los únicos Obispos
de los cuales es seguro que forman parte de la Iglesia militante (Cuerpo
Místico de Cristo subsistente en la tierra) son aquellos que ‘proceden’ de
Mons. Ngo-Dinh-Thuc; en efecto, ellos son unánimes (a diferencia de Mons.
Lefebvre y de Mons. de Castro Mayer) en afirmar la vacancia al menos formal de
la Sede”.
“Desde
hace diez años por lo menos, se enseña en Ecône, se repite e impone a los fieles de los prioratos, y a los
niños (inocentes y sin defensa) que frecuentan las escuelas dirigidas por la
Fraternidad San Pío X, que el Magisterio es infalible solamente si el Papa habla ‘ex cathedra’. Esto equivale a
negar la infalibilidad del Magisterio Ordinario Universal, la cual es sin
embargo afirmada por toda la Tradición, particularmente por el Vaticano I I ”. Esta afirmación que le atribuye a Mons. Lefebvre es absolutamente
falsa, y parte de la confusión que tiene el P. Guérard (y con él todos los sedevacantistas
viscerales) del Magisterio Extraordinario del Papa sólo y del Magisterio
Ordinario Universal de la Iglesia que no es del Papa sólo sino de Toda la
Iglesia docente, es decir de todos los obispos incluido el Papa cuya cabeza es
de todos, lo cual es un error garrafal e imperdonable en un hombre de Iglesia.
Y el P. Guérard continúa con
sus ataques viscerales a Mons. Lefebvre diciendo: “La Misa tradicional tal como la celebran Mons. Lefebvre y los
sacerdotes ordenados por él, esa Misa celebrada una
cum Wojtyla, está, quiera lo que quiera el
celebrante, objetivamente manchada por una
doble impureza que resulta del sacrilegio y cisma capital. La Misa perpetuada
por la “Fraternidad San Pío X” no es, no puede ser, la Oblatio
Munda”.
No puede
haber equivocación mayor que esta afirmación y eso está en la raíz del error
del sedevacantismo visceral y dogmatizante que considera hereje a todo el que
no lo asuma según su exótica forma de pensar.
Más adelante en la misma entrevista, atribuye a Mons. Lefebvre su
desenfreno, afirmando esto: “Si
Mons. Lefebvre no hubiese profanado la Misa tradicional exigiendo que sea
celebrada una cum Wojtyla, yo no hubiese
siquiera soñado recibir, ni menos todavía conferir, el Episcopado”. Ignora
el P. Guérard des Lauriers que aun
el mismo P. Franz Schmidberger en su momento me dijo a mí, que el una cum se decía sub conditione (bajo condición) en la Fraternidad, cuando le
manifesté clara y abiertamente que no se podía estar en comunión nombrando a un
Papa que profesa la herejía y que además está en cisma (ruptura) con toda la
Tradición de la Iglesia, cosa que hoy quizás no diría, pero eso ya es harina de
otro costal; con lo cual se ve como el P. Guérard de Lauriers era un obseso compulsivo que
le hervía la sangre fanáticamente que ni se le ocurría siquiera pensar que podía haber un una cum sub conditione, sea explícita o
implícitamente.
Y para rematar, el P. Guérard des Lauriers afirma de manera delirante en
su entrevista: “Si
con ocasión de una eventual Consagración Mons. Lefebvre no declarase públicamente el
rechazo de su posición actual, e incluso si exteriormente no
reafirmase (no) reconocer a Wojtyla como el Vicario de Jesucristo en acto;
entonces, la duplicidad que emplea sistemáticamente exigiría temer el peor de los compromisos.
Tales consagraciones estarían ordenadas, satánica y magistralmente, a asegurar
mejor la integración [‘ralliement’] de
la falange ‘tradicional’ en la ‘Iglesia oficial’”. Si esto se da ahora en la
Neo-Fraternidad, es por la traición a los principios y la actitud liberal de la
combinazione (o componenda), y no por
las causas que señala el P. Guérard.
(Textos tomados de la Entrevista al P. Guérard des Lauriers. Sodalitium. https://www.sodalitiumpianum.it/entrevista-a-monsenor-guerard-des-lauriers/ )
Como puede observarse, hay un propósito sistemático de atacar
la obra de Monseñor Lefebvre y demolerla desde el principio, como parte del
complot y la persecución contra la verdadera Iglesia visible, pretendiendo
suplantarla, erigiéndose como la verdadera Iglesia militante y desviar las
almas al error y al abismo. El Gran Golpe Maestro de Satanás es doble: por la
obediencia llevar a la
desobediencia (la falsa obediencia) y además dividir a la Tradición que reacciona
y resiste. La línea espuria de Mons. Thuc desgraciada y desapercibidamente
conduce y realiza eso, se den o no se den cuenta de ello, pero por los frutos podemos
juzgar. Duele decirlo, pero el P. Guérard des Lauriers no
pudo hacer mejor obra de autodemolición de la Tradición que impugnando la
pureza en la celebración de la Misa de Mons. Lefebvre, que fue el adalid de su
defensa y preservación; paradójicamente Mons. Lefebvre ha sido más
virulentamente atacado por estos supuestos tradicionalistas, que por los mismos
progresistas y modernistas. Si esto no es una obra satánica, díganme ¿qué es?
No hay que olvidar que el mismo P Cekada, antes de aliarse
con el thucismo que él detestaba, ya decía: “… ¿Podemos realmente tomar todo esto en serio y suponer que los ‘obispos’
involucrados en este tipo de marchas son el futuro de la Iglesia? Imposible.
Incluso para referirse a ellos como ‘obispos católicos tradicionales’ da
demasiada respetabilidad a todo el negocio, que es, en opinión de este escritor,
muy irrespetuoso de hecho”.
Y dos párrafos más adelante: “la historia no terminará aquí, es probable que los ‘obispos’
instantáneos continuarán multiplicándose exponencialmente, como entre los
‘viejos católicos’”. (Dos Obispos en cada Garaje).
P. Basilio Méramo
Bogotá, 19 de Marzo de 2018
En la Fiesta del Glorioso San José,
Patrono y Gran Protector de la Iglesia
Monseñor Ngo Dinh Thuc, un Obispo católico
vietnamita, quien estando en Roma no pudo regresar nunca a su tierra natal a
causa de la irrupción violenta del comunismo en Saigón y la muerte de toda su
familia, incluido su hermano, entonces presidente de Vietnam. Estuvo en el
Concilio Vaticano II y por algunas actuaciones, muchos lo tuvieron por “tradicionalista”
y optó ya en su vejez por “consagrar” numerosos “obispos” en condiciones sumamente
cuestionables y que dejan serias dudas sobre la validez de dichas
consagraciones en razón de su estado mental y buen juicio. Veamos aquí algunos
de esos hechos:
1.
Las ordenaciones y
consagraciones del Palmar de Troya (el fiasco del Palmar como lo calificó en su
momento el P. Cekada), realizadas por “mandato de la Virgen que así lo pidió en
una aparición”, y además por una “bilocación” de Pablo VI supuestamente “preso
en el Vaticano y suplantado por un sosías”, sumándole a ese evento los presuntos
estigmas “recibidos a través del P. Pío” por Clemente Domínguez quien se
autoproclamó más tarde como “Papa” con el nombre de Gregorio XVII.
El mismo P.
Cekada antes de cambiar su posición, manifestó con cierta ironía, que cualquier
otra persona (como dando a entender que cualquiera que estuviera bien de la
cabeza o por lo menos con sentido común) se reiría. Así mismo, cuando Mons. Thuc
dijo el 13 de enero de 1976 para justificar las consagraciones: “Hemos vuelto a los tiempos apostólicos en
que los primeros Apóstoles se dedicaban a predicar y ordenar sin remitirse al
primer Papa, San Pedro”, el P. Cekada dice irónicamente que “es posible que él se haya olvidado de la milagrosa
bilocación de Pablo VI”. Y también de la “aparición de la Virgen” diríamos
nosotros.
Lo antes
afirmado se comprueba en los siguientes textos, dice el P. Cekada: “Poco antes de la Navidad de 1975, un
sacerdote apareció en Arpino [en Italia, donde residía Mons. Thuc] sin haberse
anunciado. Mons. Thuc refiere sus palabras: ‘su Excelencia [dijo el sacerdote]
la sagrada Virgen me envió para llevarlo a usted de inmediato a España, para
hacerle a Ella un servicio. Mi auto lo espera en la puerta de la rectoría
partiremos en seguida para estar allí en Navidad’. Pasmado por esta invitación,
le dije: ‘si es un servicio pedido por la Santísima Virgen, estoy dispuesto a
seguirlo a usted hasta el fin del mundo…’ ”.
El P. Cekada
comentando este hecho dice:"Detengámonos un momento para considerar
lo que el Sr. Domínguez estaba diciendo: La Santísima Virgen y Pablo
VI (por ‘bilocación’) le decían ambos a un obispo católico que debía ordenar a
unos laicos al sacerdocio (a quienes recién acababa de conocer y que no habían
hecho estudios eclesiásticos) y luego consagrarlos obispos, todo en un lapso de
tres semanas. Donde cualquier otro se hubiera reído a carcajadas rechazando esa
propuesta como un absurdo, Mons. Thuc mostró una verdaderamente colosal falta
de sentido común y aceptó”.
2.
Consagraciones de cismáticos y
de herejes veterocatólicos (viejos católicos) de Toulouse, Marsella y además
sin que nunca se haya sabido que mediara abjuración al respecto para colmo.
1)
Consagra a Comte de Labat
d’Arnoux el 10 de julio de 1976, un hereje y un apóstata, según el P. Barbara.
2)
Consagra a un viejo-católico
de Toulouse Jean Laborie el 8 de febrero de 1977 que además según el P. Barbara
es un conocido homosexual y que fue consagrado al menos tres veces y
posiblemente hasta cinco veces. El P. Cekada por esto dice: “elevó al pontificado (por enésima vez) a
Jean Laborie, jefe de la secta cismática de los Viejos-católicos, la Iglesia
Latina de Toulouse”.
3)
Consagra a Claude Nanta el 19
de Marzo de 1977.
4) Consagra a
García viejo-católico de Marsella.
5)
Consagra a un ex convicto,
Arbinet que llega a ser obispo del Palmar de Troya.
6)
Consagra a Roger Kozik en1981
habiendo sido consagrado antes por un obispo del Palmar en 1979.
7)
Consagra a Michel Fernández en
1981 siendo consagrado antes, también, por un obispo del Palmar en 1979. El P.
Barbara advierte que Kozik y Fernández deben ser considerados apóstatas. Además,
fueron ordenados sacerdotes tres veces, la primera por Jean Laborie obispo
viejo-católico, la segunda por André Enos obispo viejo-católico, la tercera vez
por un obispo del Palmar antes de su primera consagración episcopal.
8)
Consagra a un viejo-católico “obispo-abad”
de la “Unión de las Pequeñas Iglesias Católicas” Christian Datessen el 25 de
septiembre de 1982, habiendo sido anteriormente consagrado por Enos el 10 de
septiembre de 1981.
9)
Todas estas consagraciones sin
contar las de Pierre Salle, Jean Olivieres de Mamistra, Patrick Broucke de
Tralles, Philippe Miguet y Michel Main por si fuera poco.
El P. Barbará dice sobre la consagración
hecha a Comte de Labat d' Arnoux
que era sólo uno de los muchos apóstatas de la Iglesia Católica que se
convirtieron en obispos thucistas; otra de las cuales fue la de Jean Laborie de
quien el P. Cekada dijo: “elevó al episcopado (por
enésima vez) a Jean Laborie, jefe de una secta cismática de los
'viejo-católicos', la 'Iglesia Latina de Toulouse'. También ordenó a otro ‘viejo-católico’
de Marsella llamado García, y a un ex convicto llamado Arbinet que luego llegó
a ser 'obispo' del Palmar”. El
P. Cekada en 1980 no duda además en tildar de iglesia cismática a la secta
Monte San Miguel de Spokane en Washington, de donde proviene Mark Pivarunas,
consagrado “obispo” por Carmona y quien a su vez consagró al P. Dolan.
Por si fuera poco, además del llamado fiasco
del Palmar, como calificó todo el proceder de Mons. Thuc con las consagraciones
que hizo allí, tenemos de postre la consagración de Christian Marie Datessen
que era un obispo viejo-católico, consagrado el 10 de septiembre de 1981 por
André Enos, que a su vez era un sacerdote apóstata que dejó la Iglesia en 1950
y se convirtió en obispo de una secta conocida como Santa Iglesia Viejo-católica
fundada en 1955 por Charles Brearley. Y el 25 de setiembre de 1982, Datessen
fue consagrado nuevamente por Mons. Thuc.
El P. Barbará afirma que hubo muchos otros
no-católicos o apóstatas de la Iglesia que fueron hechos obispos
thucistas: "Claude Nanta, Pierre Salle, Jean Oliveres de Mamistra, Patrick
Broucke de Tralles, Philippe Miguet, Michel Main”.
3.
Las clandestinas consagraciones
del P. Guérard des Lauriers en 1981 y al año siguiente de P. Zamora y el P. Carmona
en 1982, en sus últimos años. Que fueron las únicas prácticamente que no fueron
hechas a cismáticos o herejes y que dado el renombre del P. Guérard des
Lauriers le dio respaldo a todo el desastre que en materia de consagraciones
Mons. Thuc venia prodigando y empezaron a ser bien vistas.
4.
Declaraciones contrarias:
1)
Se arrepiente después de lo del
Palmar de Troya pidiendo perdón al que según la bilocación era el supuesto
sosías. Cabe entonces preguntarse ¿qué pasó con la veracidad de la supuesta
aparición de la Virgen y también de la bilocación del “verdadero Pablo VI”
aprobando las consagraciones?, que lo llevaron consagrar.
2)
Después, volviendo a sus
andanzas, consagrando nuevamente y habiendo pedido perdón al que consideraba un
sosías en 1976 por las consagraciones del Palmar, declara el 25 de febrero de
1982 que está la Sede Vacante y la Nueva Misa es inválida; ¿en qué queda
entonces el perdón que pidió a Roma y al Papa?
3)
En Carthage el 11 de julio de 1984
renunció a su declaración del 25 de febrero de 1982, declara su arrepentimiento
y de nuevo pide perdón al “Papa” poco antes de morir, reconociendo a Juan Pablo
II como legítimo y verdadero Papa y aceptando el Concilio Vaticano II y la
Nueva Misa.
El P. Sanborn no dejó de calificar a Mons.
Ngo Dinh Thuc de “raro” concluyendo
que había tres explicaciones; dos de estas eran insania y senilidad, la tercera
credulidad. El mismo P. Sanborn es el que trae a colación el asunto, diciéndole
a los sacerdotes de la Sociedad S. Pío V, que un sacerdote vietnamita que se
encontró y habló con él y dijo “que
Monseñor Thuc entraba y salía de su estado de lucidez”. Además, de afirmar que sus
consagraciones eran dudosas, concluye que no se podía probar la validez de las
consagraciones e incluso si se pudieran probar, “no podríamos tener nada que ver con los obispos thucistas, porque eran
muy sórdidos”.
Sobre este tema de la lucidez mental de
Mons, Thuc, el P. Cekada señaló que Mons. Lefebvre, quien conocía a Mons Thuc,
observó que “él nunca se había recuperado
de la muerte de sus hermanos”. Esto puede ser el posible origen de tanto
desvarío.
Por si esto fuera poco, tenemos la respuesta
desconcertante de Mons. Thuc, no sólo por el error teológico en que se basa, sino
por lo descabellado de la justificación que pretende hacer para excusarse por la
concelebración de la Nueva Misa el Jueves Santo del 15 de abril de1981 que hizo
con Barthe, el obispo modernista de Toulon, y el P. Cekada relata el hecho: “El autor explica: él dijo que era porque
ese día no podía celebrar solo… Sucede que fue una falsa concelebración, porque
dijo que no recibió la comunión. Porque, cuando un sacerdote no comulga, no hay
Misa”. Aunque es un error teológico considerar la comunión del celebrante
esencial para que haya Misa, con semejante respuesta, es peor el remedio que la
enfermedad, pues muestra que es capaz de efectuar un rito sacramental, a
sabiendas de que es inválido. Esto solo es desconcertante en sí mismo y abre
una gran incógnita sobre su sano juicio o peor aún que es capaz con plena
lucidez mental realizar un rito sacramental invalido sin ser loco.
¿Quién en su sano juicio no va a dudar positivamente del
estado mental de Mons. Ngo Dinh Thuc, después de conocer estos hechos? O peor
aún que con plena cordura es capaz de realizar un sacramento inválidamente. La
duda (positiva) se plantea en sí misma y por sí misma, dados los mismos hechos
y no hacen falta de otra parte, ni certificados de médicos, ni de testimonios
de testigos, pues el mayor testimonio, son esos hechos en sí mismos, y no lo que
personas, calificadas o no sobre la materia, puedan decir sobre ellos,
considerando además que algunos de los testigos son sus cómplices. En
conclusión Mons. Thuc no es fiable en ninguno de los casos, sea que estuviera
falto de cordura sea que fuera cuerdo y lucido, con el agravante en este caso,
irrefutable, de ser capaz de realizar ceremonias sacramentales invalidas a
sabiendas y con plena lucidez y conciencia.
Es un hecho que el P. Barbara, el P. Sanborn y el P. Cekada, por nombrar a los que después
por conveniencia cambiaron de opinión, cuestionaron el estado mental de Mons.
Thuc, y la razón por la cual cambiaron parece ser, como el mismo P. Barbara
dijo: “es necesario romper el monopolio de los obispos
lefebvristas”.
El P. Sanborn dice a su vez (como cualquier liberal) para
justificar su nueva postura aceptando la línea de Mons. Thuc: “Esta necesidad es tan grande que cualquier
mal circunstancial puede ser tolerado en orden al fin”. Esto dicho es como
admitir que el fin justifica los medios aunque sean malos, así no duda en
concluir diciendo: “El punto principal es
que sea lo que sea lo que haya que tolerar en cualquier asociación, próxima o
remota, con Mons. Thuc, es justificable por la razón correspondiente de tener
que sobrevivir”, ¡vaya tradicionalista antimodernista tenemos !.
El P. Cekada decía antes de cambiar su postura: “Las acciones de Mons. Thuc de 1975 en
adelante no inspiran mucha confianza en su juicio y su prudencia: el asunto del
Palmar, las promesas hechas y las promesas rotas al Vaticano, la implicación de
‘viejos católicos’, concelebrando la Nueva Misa mientras afirmaba que realmente
no lo era … Si bien todo el mundo tiene derecho a unos pocos errores, uno se ve
obligado a decir que los hechos por Mons. Thuc eran muy graves objetivamente,
eran inexcusables, especialmente para un obispo con gran experiencia pastoral y
un brillante transfondo académico en teología, filosofía y derecho canónico”. Para
colmo el P. Cekada dando a entender como uno de los motivos de este
desbarajuste dice: “Mons. Lefebvre, que
conocía a Mons. Thuc, observó que nunca se recuperó de la muerte de sus
hermanos”.
Hace falta no estar del todo cuerdo para no darse cuenta de que
las consagraciones de Mons. Thuc son dudosas real, objetiva y positivamente.
Qué es todo esto sino una gran locura, o un cuento de locos.
Pues como dijo el P. Cekada con gran lucidez antes de torcerse: “¿Podemos realmente tomar todo esto en serio
y suponer que los ‘obispos’ que involucraban este tipo de marchas son el futuro
de la Iglesia?”.
Cómo no caer en una especie de secta con Misa tradicional y
apariencias antimodernistas y tradicionalistas, si el mismo P. Cekada, en sus
buenos momentos llegó a decir: “Lo que es
mucho más grave, sin embargo, es que estos hombres afirman que son la ‘única
autoridad legítima’ de la Iglesia Católica y que los católicos están
‘obligados’ a obedecerlos a ellos. Además, ellos pretenden excluir de la
Iglesia Católica a aquellos sacerdotes y laicos tradicionales que se niegan a
reconocer su ‘autoridad’ -algo que ninguna organización tradicional que conozcamos
se presume de hacer-. Al hacer tales afirmaciones, estos obispos’ han creado su
propia religión, con su propio ‘Magisterio’, su propia ‘jerarquía Episcopal’, y
sus propias creencias. Es una nueva religión, a pesar de sus adornos, -y todas
sus ‘consagraciones episcopales’- importantes autoproclamaciones y reivindicaciones
exageradas de su ‘autoridad canónica’, no pueden ser realizadas en la religión
católica. Esto es por lo menos el proceso de creación de lo que seguramente llegará
a ser una secta cismática”. Más claro ni el agua.
P. Basilio Méramo
Bogotá, 11 de Marzo de
2018
NOTA: La fuente de todas las citas del presente escrito, están en
el artículo del P. Cekada “Dos Obispos en cada Garaje” que está inserto como
apéndice al final del libro “Lo sagrado y lo Profano” del P. Kelly (que ilustra
también todo este tema), que puede consultarse completo en este enlace:
http://www.meramo.net/AmigosdeMeramo/Articulos_files/SacredandProfane.pdf y en el resumen sobre “El
estado mental de M. Thuc” escrito por el P. Kelly también y publicado en el
blog Sursum Corda., el cual se puede ver igualmente en este enlace:
http://www.meramo.net/AmigosdeMeramo/Articulos_files/Edomental.pdf
domingo, 18 de marzo de 2018
domingo, 11 de marzo de 2018
domingo, 4 de marzo de 2018
Tercer Domingo de Cuaresma (4/mar/2018). R.P. Basilio Méramo
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