CARTA
ABIERTA A MONSEÑOR BERNARD TISSIER DE MALLERAIS
Sobre
la falsa afirmación acerca de que Monseñor Lefebvre firmó la promulgación de la
Libertad Religiosa
Bogotá, 13 de abril de 2019
Estimado
Monseñor Tissier de Mallerais:
Con
todo el respeto que por su investidura episcopal se merece, me veo obligado
ante Dios, la Iglesia y Usted (motivo por el cual hago pública la presente), a
recordarle el grave error en el que incurrió, sea por descuido, miopía,
desconocimiento o por presión (poco importa), al confundir la firma de asistencia
de Monseñor Lefebvre (y de su
representación como procurador de otro Obispo), con la firma de promulgación de
los decretos de la Libertad Religiosa y de Gaudium et spes, que como es bien
sabido, Mons. Lefebvre siempre negó, además de haber votado en contra de ellos.
Después
de una revisión y reflexión más profunda, me percato que fui quizás algo
condescendiente o quizás poco claro y contundente, como me veo obligado hoy a
hacerlo, para evitarme una pena supletoria en el purgatorio, por dejar de
hacerlo, y también para que corrigiendo su error, evitársela a Usted.
Esto
ha de hacerse lo más pronto y rápido posible, en una declaración pública y
manifiesta, de lo contrario, tendrá que atenerse al juicio de la Ira Divina a
la cual será sometido en el momento de su muerte, que puede llegar en cualquier
momento.
Tenga
como prueba, o mejor como contraprueba, el hecho que el mismo Pablo VI en la
audiencia que tuvo con Monseñor Lefebvre el 11 de septiembre de 1976, le
reprochó el no haber aceptado esos dos documentos. Queda claro pues, que si
Monseñor Lefebvre hubiese firmado como usted afirma categóricamente en estos
términos: “Resulta de estos hechos
irrecusables que Mons. Lefebvre, como Mons. de Castro Mayer, después de haber
votado hasta el final contra la libertad religiosa, firma finalmente la
promulgación de la declaración Dignitatis humanae”, nada habría que
reprocharle. Este reproche de Pablo VI es la prueba irrecusable e irrefutable
de que Mons. Lefebvre jamás firmó la promulgación de la Libertad Religiosa.
Que
la gracia y la luz divina lo fortifiquen e iluminen para que obre en
consecuencia. Por lo cual, lo pongo de manera muy especial en mis pobres
oraciones.
P.
Basilio Méramo