lunes, 23 de abril de 2018


RESPUESTA A LA CONTRARRESPUESTA DE DAVID ALEJANDRO MARTÍNEZ DE CUBA

Estimado David:

Es muy difícil cuando uno ya se embarcó y está en pleno mar, saltar por la borda del barco.
A cualquier persona con un poquito de sentido común que conozca la sucesión de hechos del errático y contradictorio actuar de Mons. Thuc, bastaría para alejarse prudencialmente de todo su turbio proceder en materia sacramental; el mismo M. Thuc es el que relata que el salió corriendo pues si se lo pedía la Virgen, iría hasta el fin del mundo, como el mismo P. Cekada lo relata, y usted eso lo desecha diciendo....

De otra parte, uno puede ser engañado una o dos veces, pero resulta que quitando las consagraciones del P. Guérard des Lauriers, del P. Zamora y el P. Carmona, todos los demás han sido veterocatólicos y por lo tanto cismáticos y herejes; después de la escandalosa consagración del Palmar de Troya. Usted no puede, interpretando mal y a su favor, que M. Lefebvre encaminó a los del Palmar de Troya hacia Mons. Thuc, para que él atendiera el caso, pues Mons. Lefebvre no tenía ni tiempo para ocuparse de ellos que es muy distinto.

Además M. Lefebvre siempre pensó que a M. Thuc algo le patinaba en la cabeza, y hasta eso mismo lo cuenta el P. Cekada y además el mismo Sanborn también hace alusión cuando dice del vietnamita El P. Sanborn dijo a un sacerdote d ela sociedad San Pío V, que un sacerdote Vietnamita, que se encontró y habló co el Arzobispo Thuc dijo: "Que Thuc entraba y salía de su estado de lucidez". Además decía que su conducta era rara "

El P. Sanborn fue aún más lejos. Dijo que la conducta del arzobispo Thuc era "rara". Y en su intento para entenderla concluyó que había tres posibles explicaciones. Dos de estas tres eran: insania y senilidad. La tercera era credulidad". El P. Cekada también señaló que M. Lefebvre "quien conocía a M. Thuc, observó que él nunca se había recuperado de la muerte de su hermano" ahora bien, si todo esto a usted le parece que son calumnias, es no querer la realidad de los hechos.

El P. Barbará, a su vez da tres posibles respuestas al actuar desconcertante de M. Thuc diciendo: "Solo hay tres respuestas posibles a esta cuestión: No. Thuc no estaba en posesión de todas sus facultades; no era responsable y no incurrió en las penas previstas por la ley. Pero entonces las consagraciones conferidas no son válidas, dado que el consagrante no estaba en posesión de sus facultades... Si. El consagrante de estas consagraciones estaba en completa posesión de sus facultades. Las consagraciones son válidas, pero el consagrante y el consagrado han incurrido en todas las penas previstas por la ley. Y Thuc es verdaderamente un Obispo escandaloso. No lo sabemos con certeza, tal vez estaba en posesión de sus facultades y quizás no. Esto dejaría una duda en el aire, sobre las censuras incurridas, pero también sobre la validez de todas estas consagraciones". 

Como refiere el P. Kelly: "El P. Barbara entrevistó al arzobispo Thuc en marzo de 1981 y nuevamente en enero de 1982. A continuación de estas entrevistas sugirió tres respuestas posibles a la cuestión de si el arzobispo Thuc estaba o no “en posesión de sus facultades”. Escribió entonces: 

   “La recaída en la profanación del sacramento del Orden (la última consagración realizada en una secta fue el 24 de setiembre de 1982) y la falta de firmeza en su promesa de no recaer nuevamente, permiten hacerse una pregunta capital. Este anciano de más de 85 años de edad, ¿estaba en posesión de sus facultades? ¿Se daba cuenta de lo que hacía al imponer sus manos tan fácilmente sobre cualquiera? ¿Era verdaderamente responsable de sus actos? Hay sólo tres respuestas posibles a esta penosa cuestión.
              -No. Thuc no estaba en posesión de todas sus facultades; no era responsable y no incurrió en las penas previstas por la ley. Pero entonces las consagraciones conferidas no son válidas, puesto que el consagrante no estaba en posesión de sus facultades mentales para la realización de un acto responsable.
             -Sí. El consagrante estaba en completa posesión de sus facultades. Las consagraciones son válidas, pero el consagrante y el consagrado han incurrido en todas las penas previstas por la ley y Thuc es verdaderamente un obispo escandaloso.
             -No lo sabemos con certeza. Quizás estaba en posesión de sus facultades y quizás no. Esto dejaría flotando una duda sobre las censuras incurridas, pero también sobre la validez de todas estas ordenaciones".

De otra parte, M. Thuc muestra por su proceder, que era capaz de realizar un rito sacramental inválidamente, pues como refiere el mismo P.Cekada: "Tampoco las actividades de Thuc se limitaron a la consagración de cismáticos; un boletín de noticias francés que lo apoya, declara que el Jueves Santo del 15 de Abril de 1981 concelebró la Nueva Misa con M. Berthe, el obispo de Toulon. El autor explica que él dijo que era porque ese día no podía celebrar solo... sucede que fue una falsa concelebración, porque dijo no recibió la comunión porque, cuando un sacerdote no comulga no hay Misa. La justificación de Mgr. Thuc para su acción al sostener que sólo simulaba la celebración de un Sacramento en Misa, por cierto, es un pecado grave y no aumenta nuestra confianza en su comprensión de la teología sacramental".

Esto demuestra que psicológicamente M. Thuc, si era que estaba plenamente cuerdo, era capaz de realizar un sacramento inválidamente.

Estos son hechos y no mera especulación.

Por otro lado, resulta curioso que salvo las consagraciones del P, Lauriers, Zamora y Cardona fueron con veterocatólicos y resulta ahora que todos se hicieron católicos y sin embargo no consta ninguna abjuración, que es lo que la Iglesia siempre exige.

Y da la casualidad que usted no se empacha en decir, como todos los thucistas, que M. Lefebvre es un cismático: “Por tanto, la postura de Monseñor Lefebvre de reconocer a los Papas del vaticano II para después resistirlo, es totalmente cismática”. Aquí se evidencia su sedevacantismo visceral y dogmatizante, como el de todos los thucistas, así como también al decir que las misas de la Fraternidad San Pío X no son la Oblatio Munda, cuando el mismo P. Schmidberger cuando era superior general admitió que el Una Cum se decía sub conditione, posibilidad que el visceralismo dogmatizante descarta, aunque en mi caso particular, desde mi ordenación, ni decía el una cum, ni nombraba al obispo del lugar, sino a M. Lefebvre.

Ahora, claro que si usted le da a todo esto una explicación para salir del callejón sin salida que se ha metido, pues bueno, ya eso corre por su cuenta y riesgo, pero no me diga que son calumnias, ni especulaciones, ni desconocimiento de los hechos, ni mucho menos que ha sido refutado hace mucho tiempo.

De la estupidez del conclavismo, ni me voy a tomar el trabajo de explicarle algo tan elemental, que si no lo sabe, ya es problema de su supina ignorancia, pues es sabido que el Papa es el Obispo de Roma y al Obispo de Roma lo elige el clero de Roma y es bajo ese título que los cardenales como titulares de una parroquia de la diócesis romana eligen al Sumo Pontífice.

P. Basilio Méramo
Bogotá, Abril 19 de 2018



miércoles, 18 de abril de 2018

Respuesta a un fiel sobre las objeciones puestas a los escritos recientes sobre Monseñor Thuc en el blog Cuba Católica


Mi estimado David:

Cuando uno no asimila bien los conceptos teológicos, el error se posibilita, tal cual como le está pasando a usted, quizás con la mejor buena intención, así que ahora resulta que para no ser un clero vago, hay que estar bajo un Obispo thucista; no sea ridículo, pues la línea thucista está viciada por las consagraciones hechas a veterocatólicos, en el supuesto caso que hayan sido válidas, esto, sin entrar en la duda de su estado mental, pues en tal caso de estar desequilibrado, serían inválidas y en el mejor de los casos, hay una duda positiva, que no viene del Obispo de Toulon, sino del mismo actuar de Ngo Dinh Thuc y que en su momento el P Barbará, el P. Sanborn y el P, Cekada entre otros, ponían en tela de juicio antes de cambiar, por simple necesidad de supervivencia.

Monseñor Lefebvre pensaba que Mons. Thuc no estaba en sus cabales y aunque yo en su momento no conocía los pormenores. Cuando leí el escrito del P. Cekada me incline por la opinión favorable. Pero es evidente que Cekada en su artículo no hacía mención de todo lo que él anteriormente pensaba y para ser transparente, debía de haberlo por lo menos señalado en ese escrito, pues no es lo mismo que si hay materia, forma e intención el rito es válido, mientras que el ministro este en sus cabales, qué si no lo está, pues la cosa cambia completamente. Pues, cuando después se ve todo el proceder de Ngo Dinh Thuc, consagrando al Palmar de Troya por una aparición de la Virgen, una bilocación del supuesto verdadero Papa Pablo VI y de los estigmas recibidos por Clemente Domínguez del P. Pío y todas sucesivas consagraciones a una serie de veterocatólicos que son cismáticos y herejes, todo cambia. Además, aún después de consagrar al P. Guérard des Lauriers, al P. Zamora y al P.Carmona, vuelve a reincidir consagrando  a Datessen poco antes de morir, que es un veterocatólico, cabe preguntarse, dónde está la cordura de Monseñor Thuc, o en caso contrario ¿dónde está su fe como obispo católico?

Después de sus consagraciones al Palmar de Troya se  retracta pidiendo perdón a Roma al ser excomulgado; cabe preguntarse entonces, en qué quedó la aparición de Nuestra Señora, la bilocación de Pablo VI y la petición de perdón entonces al sosías?, pero antes consagra a Comte de Labat d’Arnoux un veterocatólico. Luego de esta reconciliación con Roma vuelve a sus andanzas consagrando a cismáticos y herejes veterocatólicos, por lo cual el P. Cekada señala: “El Arzobispo Thuc vez elevó al episcopado (por enésima vez) a Jean Laborie, jefe de una secta cismática de viejos-católicos, la Iglesia Latina de Toulouse. También ordenó a otro viejo-católico de Marsella llamado Garcia, y a un ex convicto llamado Arbinet que luego llegó a ser ‘obispo’ del Palmar”.

La declaración de Múnich es cuestionada como suya, y elaborada a instancias de Heller y de Hiller, pues el mismo P. Cekada pone en duda que fuera de autoría de Ngo Dinh Thuc, ya que un obispo con dos o tres doctorados no podía escribir en un tan mal latín, al punto de decir: “Sería verdaderamente atroz si Mons. Thuc lo hubiera escrito el mismo”. Dejaba entender que había sido escrito por otro o bajo su influencia, por lo menos. Estos personajes que después fueron los que estuvieron en las consagraciones de Guérard des Lauriers y de Carmona y Zamora, y por si fuera poco, con un teléfono sobre el altar, como si no hubiera podido ser advertido y puesto por lo menos en el suelo, hecho grotesco para personas demasiado cuerdas, aunque algo obsesionadas.

Después, antes de morir en Carthage, se retracta, ¡oh sorpresa!, paladín de la Tradición, según usted, y acepta Vaticano II, la validez de la Misa y al “legítimo Papa Juan Pablo II”, para colmo, según usted y los thucistas, es el único legítimo sucesor de los apóstoles con jurisdicción.
De otra parte, usted se ha aliado a la rama más cuestionable de la línea de Ngo Dinh Thuc, a través del P. Squetino, que los otros thucistas, lo segregan como a los leprosos, tanto por su origen más espurio a través de Gastón López y por su cismático conclavismo. Le recuerdo, usted se distanció de mí, al acercarse a ese árbol de funesta y mala sombra, considerándome un cura vago, pretendiendo que debería estar bajo la directriz de un espurio linaje espiscopal.

Le recalco en plan teologastro como usted me tilda, que todo Concilio Ecuménico legítimo es infalible, pero Vaticano II al no querer ser un concilio infalible y dogmático, por lo mismo, no es magisterio extraordinario universal de la Iglesia, sino un Conciliábulo, como usted mismo lo reconoce. También le recuerdo que un Papa es infalible, cuando el solo (unilateralmente) confirma a sus hermanos en la fe cuando habla ex cathedra únicamente, y el Magisterio Ordinario Universal de la Iglesia, no es el magisterio del Papa solo, sino de todos los obispos dispersos por el mundo con el Papa a la cabeza. Además, su petulante y aberrante conclusión que trata de sacrílego y de cismático a Mons. Lefebvre, muestra los frutos de la serpiente que envenena todo lo que muerde.

El sedevacantismo visceral, para que me entienda, si es que todavía le queda algo materia gris, se basa en el principio erróneo y dogmatizante que hace al Papa infalible siempre, más allá de cuando el habla ex cathedra, de no ser así se anula la misma definición de la Pastor Aeternus, y esto es lo que hacen sin darse cuenta, tanto los papólatras antisedevacantistas viscerales, como los papólatras sedevacantistas viscerales thucistas, pues parten del mismo principio; Pighi que no admite que un Papa pueda defeccionar en la fe fue refutado por Melchor Cano, rotunda y paladinamente y San Alfonso María de Ligorio también lo hace. Espero que relea con inteligencia y calma lo escrito en la Consideración Teológica sobre la Sede Vacante, para que se instruya un poquito más y deje su pedantería, cual es lo propio de un novato que planea en la atrevida ignorancia.

No tergiverse los hechos, pues la ordenación de Darovis se trataba que la hiciera Mons. Williamson en su momento; después el P. Darovis terminó en EEUU y ahí fue cuando le dije que tuviera cuidado.
Le aclaro que con respecto a Pío, yo no formé a nadie, el curso de Metafísica, era para el Padre Altamira que me lo había pedido incluso antes de salirse de la Fraternidad y después que se salió, vino para que se lo dictara y de paso trajo a Pío para que aprovechara, cosa que es muy distinta; si usted tergiversa estos hechos, es capaz de cualquier cosa.

Usted no puede interpretar los hechos a su acomodo, eso es desvirtuar las cosas.

La línea de su obispillo Squetino, viene de la línea más espuria a través del veterocatólico Datessen, Mamistra y de obispos casados para colmo como Gastón López y Urbina; esta línea es la más cuestionada del linaje de Ngo Dinh Thuc, pues los mismos thucistas dicen lo siguiente por si no lo sabía: “Hay otra línea que es la más escandalosa, la que procede a partir del obispo Jean de Mamistra, consagrado por Pierre Salle. Mamistra sostenía, y hay pruebas documentadas de ello en carta enviada a Mons. Carmona, que podían ser ordenados y consagrados seglares casados; por eso esta es la línea más escandalosa, la cual debemos evitar a toda costa, con ellos no puede haber unidad, pues han caído realmente en un escándalo. El Obispo Jean de Mamistra consagró a Patrick Broucke de Tralles y a Gastón López, de EEUU, quien fue casado, con matrimonio eclesiástico, que la esposa tiene hijos. Tanto él, como Mons. De Mamistra, han sostenido que es posible que seglares casados puedan ser obispos, argumentando queen tiempo de necesidad, prácticamente todo es lícito. Gastón López, a su vez consagró a Francisco Ripoll, de México, a Guido Alarcón, de Bolivia, casado y con hijos y a Urbina Aznar, también casado. No hace mucho Urbina Aznar consagró a José Squetino, él reside en Jalisco y ha proporcionado una división más en Guadalajara, engañando a los fieles con un escandaloso e híbrido episcopado” (Revista del grupo de Trento).  Y como es sabido, Datessen fue consagrado por Ngo Dinh Thuc un año después de haber consagrado a Guérard des Lauriers, luego aquel consagra a Pierre Salle y ésta a Mamistra. Y Datassen, Pierre Salle y Mamistra, eran veterocatólicos y esto para usted, no implica ni cisma ni herejía y la línea más legitima y pura.
Así, tenemos que Ngo Dinh Thuc tanto antes como después de consagrar a Guérard des Lauriers como a Zamora y Carmona, consagró a cismáticos y herejes veterocatólicos; luego si no estaba loco o medio loco, era un cismático y un hereje y ahora resulta para usted y todos los thucistas, que los sacrílegos, cismáticos y herejes no son todos estos sino Mons. Lefebvre y Mons. De Castro Mayer; habrase visto mayor aberración?, habrá que estar ciego para no verlo u obcecado para no darse cuenta.

La idea del conclavismo no puede ser más cismática, que hasta la mayoría de los thucistas la repugnan.

Y espero que ponga esta carta respuesta en el mismo sitio donde puso su refutación, y esto bajo la exigencia del derecho de réplica.

Esperando que la gracia de Dios y su Luz divina lo ilumine sacándolo, si es que está de buena fe, del error.


P. Basilio Méramo
Bogotá, 17 de Abril de 2018

Pd/. Le adjunto a continuación, las actas del Concilio que dan cuenta de las propuestas de Mons. Thuc.

martes, 3 de abril de 2018


EL ATAQUE FRONTAL CONTRA MONS. LEFEBVRE ORQUESTADO POR GUÉRARD DES LAURIERS, EL GRAN ARTÍFICE DEL LINAJE DUDOSO DESCENDIENTE DE MONS. THUC


He aquí algunos textos entresacados de la entrevista del P, Guérard des Lauriers de 1986 publicada por la revista Sodalitium en su edición del 30 de Marzo de 2016, en los cuales se acusa a Mons. Lefebvre de sacrílego, cismático y hereje.

Todos los ataques de los thucistas guerardianos o no, se reducen a lo que Guérard des Lauriers afirma en contra de Mons. Lefebvre, con lo cual pudre la Tradición.
Así pues, se impone que los fieles deben de saber en qué términos el P, Guérard des Lauriers se expresaba acerca de Mons. Lefebvre injuriándolo de los delitos más graves como son el sacrilegio, el cisma y la herejía, y todo por no plegársele, en su errada visión categórica dogmático visceral que exigía apodícticamente declarar la Sede Vacante a lo bruto, como el P. Guérard des Lauriers pretendía que hiciera Mons. Lefebvre. Tenemos así, que el gran San Atanasio del siglo XX, Mons. Lefebvre, gracias al cual la Misa Tridentina no fue barrida y aún subsiste, viene a ser el gran sacrílego, cismático y herético para el P Guérard des Lauriers.

Es más, si no hubiera sido por la reputación de Guérard des Lauriers, Mons. Ngo Dinh Thuc hubiera pasado desapercibido para el mundo de la Tradición, pues aquel, aprovechándose de la situación, logra hacerse consagrar Obispo y en plena rebelión contra la autoridad episcopal de Mons. Lefebvre, y Don Antonio de Castro Mayer, para oponérseles contrarrestándoles, y fraguar la imagen de que Mons. Thuc era un tradicionalista integérrimo, baluarte de la tradición aún más que los mismos Mons. Lefebvre y Mons. de Castro Mayer, cuando en realidad era un obispo liberal y modernista, tal como se puede ver por su proceder en el Concilio Vaticano II, según consta en las actas del mismo, reivindicando para las mujeres su participación como ministras en el ámbito religioso y al que no le importaba consagrar a cualquiera aunque fuera un cismático o hereje, tal como de hecho aconteció con las reiteradas consagraciones que hizo con veterocatólicos.


Todos los ataques posteriores que se hicieron a Mons. Lefebvre de parte de los thucistas, tienen su origen y se sintetizan en los que hiciera el P. Guérard des Lauriers; él es el verdadero responsable de toda esta gran confusión que aún hoy perdura y que divide la verdadera Tradición Católica que resiste a Roma Apóstata devenida en la Babilonia Apocalíptica, la Babilonia la Grande, la madre de los fornicarios y de las abominaciones de la tierra, con vertida en el Gran Panteón de todas las falsas religiones de la tierra, pues ha venido a ser albergue de demonios y refugio de toda ave impura y aborrecible, porque del vino de su furiosa fornicación bebieron todas las naciones, con ella fornicaron los reyes de la tierra, y de la cual hay que salir para no ser solidario de sus pecados y no participar de sus plagas. Roma Apóstata, sede del Anticristo (Religioso) como dice Nuestra Señora de la Salette, está ya sentenciada: Ay, ay de la ciudad grande de Babilonia nos dice San Juan.

Todos los thucistas, guerardianos o no, tienen un mismo denominador común, denigrar a Mons Lefebvre, acusándolo de cismático y de hereje, ataque que supera incluso a los de los mismos modernistas; y hoy ante la decadente neofraternidad que traiciona a la Tradición y a la que el mismo Mons. Lefebvre no les sirve más que de pantalla, estos se erigen como los únicos verdaderos, legítimos tradicionalistas, gracias a la sucesión apostólica de Mons. Ngo Dinh Thuc.
Estos son algunos de los textos que así lo prueban:

“Desde hace diez años por lo menos, se enseña en Ecône, se repite e impone a los fieles de los prioratos, y a los niños (inocentes y sin defensa) que frecuentan las escuelas dirigidas por la Fraternidad San Pío X, que el Magisterio es infalible solamente si el Papa habla ‘ex cathedra’. Esto equivale a negar la infalibilidad del Magisterio ordinario universal, la cual es sin embargo afirmada por toda la Tradición, particularmente por el Vaticano I. El ‘Lefebvrismo’ difunde entonces la herejía, a fin de poder proclamar que Mons. Wojtyla es verdaderamente Papa y de poder así guardar los sufragios de los fieles generosos, que se lleva por el camino del infierno en lugar de declararles la Verdad”.

“La Misa tradicional tal como la celebran Mons. Lefebvre y los sacerdotes ordenados por él, esa Misa celebrada una cum Wojtyla, está, quiera lo que quiera el celebrante, objetivamente manchada por una doble impureza que resulta del sacrilegio y cisma capital (cf. 5). La Misa perpetuada por la 
‘Fraternidad San Pío X’ no es, no puede ser, la Oblatio Munda”. Así que no es ni puede ser la oblación pura, con lo

“La viciosidad principal del ‘Lefebvrismo’ consiste en una radical duplicidad, la cual inocula la herejía”.

“Mons. Lefebvre tiene un habitus de la duplicidad tan extraordinario que lo empuja cínicamente a afirmar lo contradictorio”.

cual es peor que la Nueva Misa a la que no ha llegado a considerarla en esos términos.

“Si Mons. Lefebvre no hubiese profanado la Misa tradicional exigiendo que sea celebrada una cum Wojtyla, yo no hubiese siquiera soñado recibir, ni menos todavía conferir, el Episcopado”.

“Mons. Lefebvre, al afirmar que Mons. Wojtyla es papa e intimar a los fieles a no examinar la cuestión, hace imposible afirmar con certeza que él mismo forme parte de la Iglesia fundada por Jesucristo. Por cierto hay que desearlo y se puede suponerlo, pero es imposible estar seguro. La misma incertidumbre afectaría evidentemente la pertenencia a la Iglesia de un Obispo consagrado por Mons. Lefebvre, mientras este continúe reconociendo y exigiendo reconocer que Wojtyla está investido de la suprema Autoridad”.

“Si con ocasión de una eventual Consagración Mons. Lefebvre no declarase públicamente el rechazo de su posición actual, e incluso si exteriormente no reafirmase reconocer a Wojtyla como el Vicario de Jesucristo en acto; entonces, la duplicidad que emplea sistemáticamente exigiría temer el peor de los compromisos. Tales ‘Consagraciones’ estarían ordenadas, satánica y magistralmente, a asegurar mejor la integración [‘alliement’] de la falange ‘tradicional’ en la ‘iglesia’ oficial”.

“...con el fin de (aparentar) justificar la celebración una cum Wojtyla, los Econianos no dudan en afirmar y difundir el error, es decir, que corrompen la Fe de los fieles inoculándoles la herejía”.

“Mons. de Castro Mayer, al menos en la práctica, no hace más que seguir a Mons. Lefebvre”.

“Ahora bien, actualmente, los únicos Obispos de los cuales es seguro que forman parte de la Iglesia militante (Cuerpo Místico de Cristo subsistente en la tierra) son aquellos que ‘proceden’ de Mons. Ngo-Dinh-Thuc; en efecto, ellos son unánimes (a diferencia de Mons. Lefebvre y de Mons. de Castro Mayer) en afirmar la vacancia al menos formal de la Sede Apostólica”.

El P. Guérard des Lauriers cae bajo sus mismos parámetros sin percatarse, al juzgar erróneamente a Mons. Lefebvre de sacrílego, cismático y herético, pues no se da cuenta que al recibir de Ngo Dinh Thuc la consagración episcopal, se mancha de herejía y cisma, ya que Mons. Thuc consagró a cismáticos y herejes veterocatólicos que ya lo eran. En el furor de su chifladura quijotesca, Guérard des Lauriers no se percata de que al ser consagrado por Ngo Dinh Thuc, se hace hereje y cismático por haberla contraído de manos de un obispo que consagra a veterocatólicos.

Si se mira bien, fue el P Guérard des Lauriers, el que potenció y revalidó la imagen falsa de Mons. Ngo Dinh Thuc como obispo tradicionalista y que lo redimió con su prestigio de sus desvaríos y dado esto, contaminó la tradición, desviándola y desvirtuándola y creando una dialéctica infernal que aún hoy divide y además desprestigia la imagen de Mons. Lefebvre. Si se hace abstracción de las consagraciones de los padres des Lauriers, Zamora y Carmona, nadie hubiera tomado en serio a Mons. Ngo Dinh Thuc y habría pasado a la historia como un obispo que desvaría al lado de los del Palmar de Troya y los veterocatólicos, ni siquiera habría sido considerado un tradicionalista.
Es así que el P. Guérard des Lauriers es el verdadero responsable de toda esta división por no aceptar la autoridad de Mons. Lefebvre; además se le llena la boca hablando de la Oblatio Munda, para denostar a Mons. Lefebvre como sacrílego, además de cismático y hereje, diciendo que sus misas están manchadas, cuando él no se percata que con su falsa teoría de materialiter et formaliter, está al menos admitiendo que dice la Misa Una Cum materialiter, con lo cual la acusación que le hace a Mons. Lefebvre, le cae encima, por estar materialmente con el Papa hereje.

P. Basilio Méramo Bogotá, 
Lunes de Pascua 2 de Abril de 2018